Existe interminable literatura sobre el mundo de las ventas, ¿por qué?
Todas las empresas, sean grandes o pequeñas, venden algo, un producto, un servicio o ambos, y las ventas son parte esencial para el éxito en la consecución de los objetivos de cualquier empresa.
Hablemos de la venta “cuerpo a cuerpo”.
Tenemos a nuestro posible cliente delante, ¿qué hacer?
Lo primero, el saludo. Un apretón de manos firme y mirando a los ojos de nuestro interlocutor, es la mejor tarjeta de presentación.
Obtener información.
La información es esencial para el éxito de cualquier venta, por lo que previamente a la visita, debemos conocer su empresa.
Para ofrecer a nuestro posible cliente lo que necesita primero debemos saber lo que necesita.
Si hacemos las preguntas adecuadas para conocer sus necesidades, lo que espera de nosotros y, por lo tanto, de nuestra empresa, y para saber en qué y cómo podemos ayudarle, el propio cliente nos dará el argumento de venta.
Conoce muy bien tu producto o servicio.
Con toda la información que has obtenido, haz una presentación clara y concisa. Utiliza un lenguaje claro.
Resuelve las objeciones sin dudar, de forma directa y concreta.
Si has hecho un buen trabajo, procede al cierre de la venta.
Haz el correspondiente seguimiento. Dale al cliente lo que le has ofrecido, al precio que le has ofrecido y en el plazo acordado.
El servicio post venta es esencial para fidelizar a los clientes.
El cliente no te compra:
Porque no te cree
Porque no te entiende
Porque no tiene dinero
Las dos primeras son culpa del vendedor y la tercera, en muchos casos, también. Si hemos sabido ilusionar al cliente con lo que nuestro producto u servicio puede hacer por él, en que podemos ayudarle y como podemos facilitarle la vida, buscará los recursos para obtenerlo.
La venta es emocional, por lo que el que vende es el vendedor.
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